Actualmente encargada del negocio
familiar fundado por su padre Anastasio Calderón Sevilleja, empezó su
experiencia laboral en la empresa “Confecciones Calderón”, en el año 1994 desde
sus labores más básicas hasta alcanzar su posición actual. Esto le permitió aprender
el funcionamiento del negocio en cada una de sus ramas, alcanzando el dominio
de ellas.
En el año 2000, tras la jubilación de
su padre, con tan solo 28 años de edad y con 6 años de experiencia en el
negocio, ocupó el cargo de su padre con responsabilidad y nerviosismo, pero
fundamentalmente con ganas de hacer las cosas bien.
Gema Calderón define su experiencia
como; compleja y cargada de responsabilidad, pero siempre teniendo en cuenta
que cada uno de los miembros de esta empresa son considerados iguales, y que su
cambio de cargo le ha supuesto el desarrollo de nuevas funciones en la empresa
pero que ella continúa realizando aquello con lo que empezó y aquello que la
gusta, el trato directo con los clientes.
Como anécdota, nos cuenta, que al ser
la menor de sus cuatro hermanas y ser ella la que asume el papel de su padre,
su responsabilidad era incluso mayor, y nos confiesa que en aquellos momentos
iniciales de su nueva labor, cuando tenía que acudir al banco o a visitar a sus
proveedores, no dudaba en aparentar un aspecto de más mayor para sentirse así
más segura y aparentar mayor seguridad y madurez, considera que aunque estas no
vayan ligadas a la edad es cierto que muchas personas nos guiamos por las
apariencias.
Ante la actual situación de crisis
que atraviesa nuestro país, Gema Calderón considera que la venta cada vez es
más compleja y que se nota un pesimismo cada vez más generalizado. “Los
clientes cada vez son más exigentes”, ahora buscamos y prácticamente exigimos
que una prenda nos dure muchos años y la podamos usar para varias situaciones,
nos cuesta cada vez más gastar el dinero que con tanto esfuerzo tenemos que
ganar.
Todo aquello que afecte a los
clientes tiene que ser considerado, por ello desde sus orígenes Confecciones
Calderón te ofrece una amplia variedad, para todas las tallas y gustos, con la
mejor calidad y los mejores proveedores. Aunque estos valores se asocian por
completo con la filosofía de la empresa, lo que fundamentalmente la diferencia
del resto es el trato cordial y directo que
se mantiene con cada persona que entre en el establecimiento o mantenga
cualquier tipo de contacto con la organización. Se proporciona un asesoramiento
real sin pensar en el interés de la empresa, pensamos en el interés de aquella
persona que confía en nosotros y pretendemos que lo sigan haciendo.
Confecciones Calderón se sitúa al
mismo nivel de sus clientes consiguiendo un trato excelente.